En relación al caso de tuberculosis que tanta repercusión mediática ha tenido estos días, ponemos en vuestro conocimiento la versión de los hechos del Albergue Covadonga.

El pasado sábado 30 de marzo un usuario del centro de día empezó a manifestar síntomas de malestar físico que nos llevaron a solicitar los servicios del 112. Esta persona fue trasladada al Hospital de Jove para regresar al Albergue unas horas más tarde, indicando que había abandonado voluntariamente el hospital. Desde el Albergue en ningún momento se llamó a la Policía Nacional para alertar que esta persona estaba aquí y tampoco recibimos ninguna información de las autoridades sanitarias indicando que se había articulado ningún protocolo anticontagio, como se ha señalado en la prensa.

El lunes 1 de abril nos pusimos en contacto con Salud Pública del Principado de Asturias alertados por la noticia de la prensa. Nos comunicaron que el caso está en estudio y por el momento no hay resultados concluyentes que indiquen que esta persona es positiva en tuberculosis y menos aún, que puede contagiar. Nos insisten en que, para un caso de contagio es necesario un contacto continuo en el tiempo y con cierta intimidad o proximidad, en cualquier caso. No es el caso de este usuario porque no está alojado en el Albergue solo frecuenta el centro de día.

Desde Salud Pública nos indican el martes 2 de abril que los resultados de las pruebas realizadas a esta persona arrojan un diagnóstico negativo por lo que ni tiene tuberculosis ni pudo contagiar a nadie. Las autoridades sanitarias (Servicio de Salud Pública del Principado de Asturias) nos han indicado que desconocen el motivo de la alarma social ya que en ningún momento se decretó por su parte que hubiera riesgo de contagio. Han dado el caso por cerrado.

Esta noticia ha tenido una enorme y negativa repercusión en el entorno del Albergue Covadonga. La persona que supuestamente estaba enferma y era contagiosa salió en varias fotos en los medios de comunicación, perfectamente reconocible. Ni era positivo en tuberculosis ni era contagioso. No se había activado un protocolo sanitario anticontagio porque se desconocía si era contagioso. Desconocemos si había un protocolo policial activado a tal efecto, pero sanitario no. Esta persona lleva días sin acudir a nuestras instalaciones.

Estas noticias estigmatizan aún más a esta población que normalmente sufre un elevado rechazo social. Se trata de una población muy vulnerable al carecer de vivienda y de los servicios básicos (alimentación, aseo y atención sanitaria básicamente). Las personas que acuden al recurso están en procesos de integración sociolaboral y de atención de necesidades básicas y se ven aún más afectados que cualquier otro ciudadano gijonés por las situaciones de crisis económica en que nos vemos inmersos.

La prensa tiene una enorme responsabilidad al respecto. Noticias como ésta ante la que nos vemos obligados a responder, perjudican los procesos de intervención que tenemos con las personas usuarias de los recursos, estigmatizan a las personas y generan alarma social innecesaria.